Con bastante emoción, a pesar de mi veteranía política, les cuento que quiero ser candidato a senador nacional, por el peronismo rionegrino, en las elecciones de octubre.
Esta es la información, simple y escueta.

Por mayor precisión, adjunto unas líneas con detalles del porqué esta decisión.

Los motivos y mis objetivos los cuento a continuación.

En esta hora crucial, el peronismo de Río Negro debe asumir que la próxima elección trasciende la mera disputa por candidaturas. No se trata de ocupar tres escaños, sino de frenar el avance de un proyecto que, liderado por Javier Milei, amenaza con entregar la soberanía nacional y condenar al pueblo a la miseria.
Entonces, la consigna “Frenar a Milei” es lo más importante como valor político, pues esta destrucción de la Argentina, conlleva necesariamente malos tiempos para Río Negro.
Quiero ser senador para impulsar un proyecto federal que integre a Río Negro en el desarrollo nacional, promoviendo la ciencia, la tecnología y la educación como motores de progreso.
Mi trayectoria política no es un simple currículum: es la historia de un militante que ha trabajado siempre por los intereses de nuestra provincia. Conozco las urgencias de los rionegrinos porque he caminado durante muchos años la provincia y escuchado las demandas de los rionegrinos. 
Río Negro necesita una voz potente en el Senado, que defienda sus recursos, su federalismo y su identidad. El actual gobierno nacional ha demostrado un centralismo asfixiante, dejando a las provincias en el olvido. Como Senador, lucharé para:
Asegurar fondos federales para infraestructura.
Proteger los recursos naturales de Río Negro, garantizando que su explotación beneficie a nuestro pueblo y no a corporaciones extranjeras.
Promover industrias locales, especialmente en zona emergentes, para generar empleo genuino.
El Peronismo rionegrino debe unirse en un solo frente para enfrentar a quienes pretenden profundizar el ajuste. No habrá espacio para divisiones egoístas y apelo a la unidad y a la inteligencia del peronismo rionegrino ante un desafío histórico.
Pensemos un peronismo: Inclusivo, que integre a todos. Combativo, que enfrente sin miedo a los que están causando daño a millones de argentinos. Moderno, que dialogue con las juventudes y abrace las luchas del siglo XXI: género, ambiente y tecnología al servicio del pueblo.
No imagino que, ante esto, caigamos nuevamente en el dedo de afuera. En reiteraciones que no sirven. En experiencias fallidas de alianzas fracasadas ni en imposiciones que excluyen y limitan.
Me siento lleno de energías y convicción porque vengo de muchas trincheras, a las que conozco por haber estado, se de los barrios donde el asfalto, el gas el agua son un lujo y la conexión a internet, un milagro. 
Soy un tipo que cree que la política no es un algoritmo frío, sino una actividad visceral. De pasión con inteligencia y de amor con honestidad y capacidad.
Creo en un Estado presente que garantice derechos, promueva la producción y combata las desigualdades.
Mi experiencia en cargos públicos, como mi paso por la Legislatura Provincial, la conducción de la Televisión Digital Abierta y el Congreso Nacional, me ha dado las herramientas para legislar con seriedad y negociar con firmeza. Fui parte de gobiernos que recuperaron derechos para los argentinos, y hoy, frente a los desafíos de un mundo complejo y de una Argentina llevada a la flojera ética y a la insolidaridad social, siento que no podemos perder nuestra esencia que es el compromiso con los que menos tienen.
Este no es un proyecto personal, es una convocatoria a reconstruir la esperanza rionegrina.
Creo en un federalismo de verdad: Para que Río Negro no sea solo "un acorde en la canción del sur" (como diría Spinetta), sino una voz protagónica en el concierto nacional.
Y para no renegar de mi ubicación como seguidor de las nuevas tecnologías, y con algo de humor, digo que estoy listo para hackear el Senado con algoritmos de justicia social y energía peronista 5.0. ¡Y no vengo desarmado, estoy con la fuerza de un sable láser justicialista, listo para cortar las nubes de la galaxia Milei!
Y sí todo esto que digo es una utopía, y algunos lo consideran inalcanzable, habremos quienes vamos a intentar que se convierta en realidad.

Osvaldo Nemirovsci