Desde la Secretaría de Fruticultura del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro se continúa trabajando junto al sector para acompañar una difícil temporada 2025. “Es muy importante seguir trabajando en los cambios estructurales que permitan proyectar mejoras en la eficiencia, incorporando tecnología tanto en campo como en empaques”, advirtió el Secretario, Facundo Fernández.
Los volúmenes de producción fueron relativamente normales, tanto en volúmenes como en parámetros de calidad. Hay una leve mejora en el consumo interno y un gran esfuerzo de los productores por sostener la actividad. No obstante, los aumentos en los costos, el atraso cambiario y la incertidumbre financiera siguen configurando uno de los escenarios más complejos de los últimos años.
“Estamos atravesando una de las temporadas más exigentes que se recuerde, los productores están haciendo un gran esfuerzo desde hace mucho tiempo. Es necesario un cambio en la visión de las economías regionales tanto en el esquema impositivo como en los incentivos para exportar. La Fruticultura de nuestra provincia es un gran generador de empleo, tanto directo como indirecto”, agregó Fernández.
En cuanto a la cosecha específica de cada variedad, las peras Williams, variedad emblemática de la región, sufrieron una merma aproximada del 25%, principalmente debido a una helada tardía en septiembre. Sin embargo, otras variedades como Packham’s Triumph y D’Anjou lograron volúmenes normales e incluso levemente superiores a los del año anterior.
En manzanas, la producción de Galas, Red Delicious, Granny Smith y Cripps Pink también fue positiva, destacándose un incremento aproximado del 35% en la variedad Granny Smith. El 85% de las manzanas que se producen en Rio Negro se consumen en nuestro mercado interno, por lo cual estos datos indican que el abastecimiento durante el resto del año va a ser normal.
A pesar de la mejora en los niveles de producción, las condiciones económicas siguen afectando la rentabilidad. El aumento de costos, especialmente en mano de obra, junto a un tipo de cambio estable, limita las posibilidades de los productores. Además, el impacto del aumento de tarifas energéticas eleva considerablemente los costos de conservación de la fruta en frío, un factor clave para sostener la comercialización en el segundo semestre.
Ante este panorama, el Gobierno de Río Negro gestionó junto a la Nación líneas de financiamiento para apoyar a los productores durante la cosecha. Más de 400 se inscribieron para acceder a estas herramientas, mientras continúan las gestiones para generar nuevas alternativas de acompañamiento que den continuidad a la actividad en los próximos meses.
En el mercado interno, el consumo de peras creció un 15% respecto al año pasado, lo que constituye una señal alentadora. Mientras tanto, los destinos de exportación, como Brasil, Rusia y Estados Unidos, permanecen activos, aunque los valores obtenidos aún no cubren los costos de producción.
“Desde el Ministerio tenemos una agenda activa con la Secretaría de Agricultura de Nación, vamos a seguir acompañando con herramientas concretas para sostener al sector y defender la identidad frutícola del Alto Valle. Es muy importante tener créditos de largo plazo a tasas bajas y tiempos de pago acordes a la actividad frutícola como lo hacen el resto de los países productores del hemisferio sur. Quien se decide a producir peras y manzanas invierte todo el tiempo y los repagos son de largo plazo”, concluyó Fernández.